Autogestión es sinónimo de auto-organización, es decir que l@s involucrad@s construyan y manejen su propia organización; así, organización significa poner en practica la cooperación y la solidaridad en cualquier grupo de personas que tengan un fin que alcanzar. La autogestión busca la eliminación de todo organismo jerarquizado y separado de la sociedad, cuya función básica sea el controlar y mandar (como el Estado).
Entendemos como Autogestión todas las opciones de auto-organización social y comunitaria, donde la comunidad misma, ya sea sindical, cooperativa, campesina, jubilad@s, marginad@s y de cualquier otro sector social oprimido en nuestra sociedad, tome en sus propias manos la tarea de resolver sus necesidades y aspiraciones.
Como decíamos, el concepto de la Autogestión y su puesta en práctica no es nada nuevo ni irrealizable. Podemos encontrar múltiples experiencias autogestionarias a lo largo de la historia de la clase trabajadora.
Podemos encontrar su realización en los Consejos Obreros (soviets) al inicio de la Revolución Rusa de 1917. Luego en las colectividades libertarias hechas por la CNT durante la Revolución de 1936 en España; los Consejos Obreros de Turín, Italia, tras la Primera Guerra Mundial , entre otros. Pero en la actualidad, las comunidades zapatistas en Chiapas, y decenas de centros de trabajo en Argentina siguen autogestionados por sus propios trabajador@s. FASINPAT -que significa Fabrica Sin Patrones-, en Argentina, es el más claro ejemplo de la capacidad de los proletarios para administrar con éxito las fábricas, sin patrones ni directivos, claro.
La Autogestión implica una serie de principios prácticos que encierran el funcionamiento básico de una sociedad autogestionaria:
Democracia Directa: Son l@s interesad@s quienes toman las decisiones, sin delegar en intermediari@s la responsabilidad de decidir sobre sus propios asuntos, sin ceder en otras personas la facultad de pensar, decidir y actuar sobre cuestiones que solo l@s interesad@s conocen.
Inclusive el papel de delegado o comisionado es, pues, el de un mero portavoz o “mandadero”, ya que el mandato de la asamblea o el congreso, que lleva el/la delegad@ o comisionad@, es solo lo que la palabra significa: un encargo, una comisión, además de que se trata de un mandato preciso y determinado, que el/la no puede ampliar, restringir o modificar.
Por lo tanto la asamblea o el congreso (instancias de decisión colectiva), no cede su poder a una entidad separada y jerarquizada, a una autoridad, sino que solo encomienda tareas especiales como coordinar alguna actividad, o mantener relaciones con grupos, colectivos u organizaciones afines, o hacer operativos algunos encargos de la asamblea o el congreso; inclusive pueden encargarse como mandato de las tareas cotidianas operativas de la organización.
El carácter de delegad@ o comisionad@ es absolutamente temporal y revocable en cualquier momento por parte del grupo, la comunidad, la organización (sindicato, cooperativa y otras) o el congreso, la rotación de tareas también es fundamental ya que ayuda en el proceso formativo de los miembros de las agrupaciones y prepara a todos para las distintas tareas de la organización evitando así la especialización de unas pocas personas en tareas que son de tod@s. Si nadie trabaja por ti, que nadie decida por ti.
Apoyo mutuo: trabajar en equipo (cooperar), apoyarnos entre tod@s, es decir poner en práctica la solidaridad y el apoyo mutuo organizándonos para la resistencia y la lucha; desarrollando el concepto de solidaridad como principio ético de funcionamiento en todas las instancias en las que participemos y asesoremos; empezando por nosotr@s mism@s.
Extensión: El crecimiento en nuestra práctica cotidiana de estos principios autogestionarios tanto en la comunidad, extendiendo nuestra influencia tanto sectorial como por regiones, así como la aplicación de estos principios en nuestra intimidad (ser congruentes entre el decir y el hacer); No podemos manejar la Autogestión en el sindicato o en la cooperativa y ser unos tiranos e intolerantes en la intimidad, con la familia, con amig@s o compañer@s de la organización.
Formación: El estudio y la actualización permanente nos permitirán manejar un mayor número de alternativas a valorar en la toma de decisiones.
Ser libre no es depositar cada cuatro años una papeleta electoral en las urnas, ni escuchar pasivamente durante ese largo plazo los discursos de los políticos de turno dentro. Ser libre significa tener la posibilidad de intervenir de manera permanente y normativa en las decisiones de la comunidad en que uno vive, en el sindicato, en la cooperativa y/o en la escuela. Eso es ser libre, eso es Autogestión.
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FRENTE AUTÉNTICO DEL TRABAJO
“Por la Autogestión de la Clase Trabajadora ”
JULIO DE 2011